Estados Unidos y México acordaron medidas para imponer nuevos aranceles al acero y aluminio chinos que son importados desde nuestro país, luego de que autoridades y representantes de los sectores industriales externaran su preocupación por el aumento en las exportaciones y las prácticas “evasivas” en materia fiscal del país asiático.
Este acuerdo bilateral podría resultar en una imposición de hasta 25% más impuestos al acero y aluminio chino que ingresa desde México hacia el norte a partir del 1 de agosto. Sin embargo, las autoridades han decidido aplazar su entrada en vigor al menos un par de semanas.
Nuevos aranceles frenarán crecimiento de importaciones de acero y aluminio chino
Esta nueva medida indica que las importaciones de acero de México que lleguen a Estados Unidos, estarán sujetas a un impuesto del 25%, excepto aquellas que se documenten que fueron fundidas y vertidas en países miembros del T-MEC, como lo suscribe el convenio que indica que, a partir de 2027, todo el acero exportado a Estados Unidos será vertido y colado en América del Norte.
Los nuevos aranceles al acero están diseñados para combatir la evasión de impuestos por parte de China, que produce más de la mitad de esta aleación a nivel mundial, además de que estudian implementar políticas para prevenir conjuntamente la evasión arancelaria en el acero y el aluminio, así como fortalecer las cadenas de suministro de acero y aluminio en América del Norte.
Cabe destacar que México exportó a Estados Unidos alrededor de 3.8 millones de toneladas de acero en 2023, de las cuales, 13% son provenientes de países como China, Rusia e Irán, mismas que estarán sujetas a esta medida. Asimismo, se importaron alrededor de 105 mil toneladas de aluminio, de las cuales, 6% fueron fundidas en el exterior.
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¿A qué productos se impondrán las nuevas restricciones y aranceles?
Son alrededor de 500 mil toneladas de acero, 13% del total de las importaciones de México, las que estarán sujetas a las sanciones porque no cumplen con la política de ser fundido y vertido en México.
Para cumplir con esta medida, a partir de su implementación los funcionarios de las aduanas de EU solicitarán que los importadores muestren la documentación que pruebe su origen, para evitar los aranceles. De lo contrario, podrían pagar los nuevos impuestos establecidos.
En ese sentido, para ser elegibles para la importación libre de aranceles, los artículos de aluminio y derivados que sean productos de México, deben estar acompañados por un certificado de análisis y no deben contener óxido de aluminio fundido de países primarios (donde se produce mayor volumen tras su fundición) ni secundarios.
De igual manera, aquel aluminio de fundición más reciente, que son los países que lo producen con o sin elementos de aleación y cuyo estado final puede ser empleado para generar planchas o lingotes, también se incluye en estas restricciones.
Se estima que estas imposiciones afectarán los intercambios comerciales con China, con un valor aproximado de 18 mil millones de dólares en productos importados, entre ellos, grúas, vehículos eléctricos, semiconductores, placas fotovoltaicas, baterías de iones de litio y minerales críticos (cobre, níquel, cobalto, litio, cromo, grafito, manganeso y el zinc).
Consecuencias de los nuevos aranceles podrían impactar al sector industria en México
En total, los nuevos aranceles podrían impactar a cerca del 2.6% de las exportaciones totales de México a Estados Unidos: durante los primeros meses de 2024, las importaciones de acero y aluminio, así como sus manufacturas, se tradujeron en alrededor de 5 mil 564 millones de dólares; motivo por el cual, representantes del sector industrial de nuestro país han expresado su preocupación, en caso de ser afectadas.
Para los industriales del país, el posible escenario que se avecina implicaría un ajuste no sólo en los procedimientos y normas en la importación, producción y manufacturación del acero y aluminio; sino que podría tener un impacto directo la cadena de suministro y afectar a aquellos productores nacionales que se especializan en insumos y productos finales para otras industrias, como las de infraestructura, tecnología o medicina.
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Si bien este acuerdo tiene el propósito de frenar la evasión fiscal de países como China e incentivar la producción de acero y aluminio en los países de América del Norte, los especialistas han expresado su preocupación por las consecuencias que esto tendrá en todas las cadenas de suministro, situación que está siendo analizadas por las autoridades y que han motivado el retraso en la implementación de los nuevos aranceles.