La rejilla electroforjada de acero es un elemento esencial en el ámbito de la construcción debido a sus características únicas de resistencia, durabilidad y versatilidad. Constituye un material idóneo para el drenaje de líquidos y sustancias viscosas. Por ello, es importante que conozcas más sobre este producto, así como sus diversas variantes disponibles en el mercado.
Lo que tienes que saber de este producto:
Una rejilla electroforjada, también llamada rejilla metálica, es un material hecho de acero conformado por soleras de acero y varillas atiesadoras. El proceso de fabricación implica conectar los dos elementos mencionados anteriormente de manera paralela para luego fusionarse mediante la aplicación de un arco eléctrico y presión en un proceso conocido como electroforjado.
Esta unión se realiza de manera perpendicular en todas las cruces o intersecciones para formar un único cuerpo enrejado con forma de malla. Del mismo modo, el proceso garantiza una fusión sólida en cada punto de intersección, lo que resulta en una estructura integral y resistente. Por consiguiente, proporciona una capacidad de carga y resistencia destacada, convirtiéndose en una excelente opción para distintas aplicaciones en la construcción.
Además de la resistencia mecánica, la rejilla de acero también aporta ventajas estéticas. Puesto que su versatilidad en términos de acabados y colores permite una integración armoniosa con el entorno, por lo cual se convierte en una opción atractiva desde el punto de vista funcional como estético.
La técnica de electroforjado, también denominada soldadura eléctrica, consiste en un proceso termoeléctrico que se emplea para unir dos piezas de metal al generar calor mediante la circulación de corriente eléctrica. Dicho procedimiento se efectúa en el punto de conexión de las secciones que se desean unir, bajo condiciones controladas de tiempo y presión.
En el proceso de electroforjado, las piezas metálicas se colocan en posición perpendicular y se comprimen juntas mediante electrodos en una máquina soldadora. Esta compresión tiene el propósito de garantizar un contacto eléctrico óptimo entre las secciones que se van a unir. Una vez completada esta etapa, se aplica corriente eléctrica a través de los electrodos, la cual fluye mediante las piezas metálicas. Posteriormente, la resistencia que se obtiene a través del paso de la corriente en los puntos de unión, provoca la generación de calor en esta área específica.
Dicho calentamiento provoca que el metal se derrita en los puntos de contacto, permitiendo que los materiales se fusionen y, una vez que se alcanza el nivel adecuado, los metales se combinan y mezclan para formar una conexión metálica sólida entre las piezas. Al detener la corriente eléctrica, el metal fundido se enfría y solidifica, generando una unión resistente y duradera entre las partes.
Es posible identificar 4 tipos de rejillas electroforjadas: rejilla lisa, dentada, para tráfico ligero y para tráfico pesado. Cada una cuenta con características específicas para adaptarse a distintos requerimientos. A continuación, te explicaremos en detalle las particularidades y usos de cada una de estas opciones.
Esta variante es altamente valorada debido a la forma en que distribuye el peso de manera uniforme en toda la superficie. Como resultado, es capaz de soportar cargas de peso considerables, ya sea de manera estática o en movimiento. Debido a sus características, es una elección ideal para ambientes industriales y también como parte de sistemas de drenaje en vías de tráfico y calles donde circulan vehículos y cargas pesadas.
Como su nombre sugiere, esta rejilla industrial presenta una extensión dentada o corrugada, lo que le otorga características antiderrapantes. En el proceso de fabricación, las soleras de acero inicialmente son lisas. Sin embargo, para crear el aspecto dentado, se lleva a cabo un corte en forma de zigzag a lo largo de uno de los dos lados más largos de la solera. La finalidad no solo es mejorar la tracción al pasar sobre la rejilla, sino también proporcionar resistencia adicional.
Destaca por tener un recubrimiento acrílico a base de agua con componentes anticorrosivos libres de plomo, lo que la hace duradera y amigable con el entorno. Además, su capacidad no conductora de electricidad y fabricación en acero galvanizado por inmersión en caliente, garantiza resistencia a la corrosión y un largo ciclo de vida. Su versatilidad la hace ideal para usos en plantas potabilizadoras, industria eléctrica, plataformas marítimas y construcciones industriales.
Fabricada con acero al carbón, esta rejilla electroforjada puede ser pintada para mejorar la apariencia y señalar áreas de interés, ofreciendo resistencia duradera a la corrosión y el desgaste. Su alta capacidad de carga la hace excelente para instalaciones como muelles, aeropuertos y centrales de autobuses, adaptándose a ambientes húmedos o salinos, siendo especialmente adecuada para ubicaciones cercanas al mar o relacionadas con la gestión del agua.
Por otra parte, el precio de la rejilla electroforjada depende en concreto del tipo que busques, así como de las medidas en que se elaboren. Con relación al tamaño, estas se confeccionan en tableros de 1 por 6 metros, también se suministran en formatos más grandes que alcanzan dimensiones de hasta 1.2 por 9 metros. Además, las soleras de acero se elaboran con espesores de 1/8" y 3/16" y alturas que varían entre ¾ y 2 ½ pulgadas.
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